- Ser Swiftie implica muchas cosas. Primero, escuchar su música; después, tararear sus canciones, y más adelante, sin duda alguna, identificar quién canta o si es, efectivamente, Taylor Swift.
Por Ana Pérez
Este 30 de mayo de 2025, la artista anunció algo que pocos esperaban: compró sus masters originales.
Muchos podrían restarle importancia diciendo: "Es solo una artista". Pero Taylor Swift es una mujer que lleva ya 20 años en la industria musical.
Todo comenzó cuando, a los 14 años, firmó un contrato con la disquera Big Machine Records, que le dio la oportunidad de grabar su primer álbum homónimo, lanzado en octubre de 2006. Este disco rompió récords de ventas en Estados Unidos, principalmente entre adolescentes, especialmente mujeres, que comenzaron a identificarse con sus letras. En 2009 lanzó su segundo álbum, Fearless, que la catapultó a la fama internacional. Pero junto con el éxito, llegó también la controversia.
El 13 de septiembre de 2009, durante los MTV Video Music Awards, Taylor ganó el premio a Mejor Video Femenino. Durante su discurso, Kanye West la interrumpió para desacreditar su victoria, declarando que Beyoncé merecía ese reconocimiento. Este incidente marcó profundamente a Swift, quien se había declarado fan del trabajo del rapero.
La respuesta de Taylor llegó en su siguiente álbum, Speak Now (2010), donde incluyó la canción Innocent, en la que expresa admiración y ofrece perdón. Sin embargo, todo cambió años después.
En 2012, Swift hizo la transición definitiva del country al pop. Su cuarto álbum, Red, fue uno de los más escuchados de ese año. Temas como Red, I Knew You Were Trouble, We Are Never Ever Getting Back Together, Begin Again y All Too Well resonaron con millones, especialmente esta última, que relata una ruptura dolorosa y promesas incumplidas.
Pero su mayor auge llegó en 2014 con el lanzamiento de 1989, el álbum que la consolidó como estrella mundial. Sin embargo, Swift retiró su música de Spotify y iTunes, argumentando que las regalías debían beneficiar a los artistas y no a las plataformas. Fue tildada de egoísta y avariciosa, aunque esto solo fue la punta del iceberg.
Durante esta era, Swift mantuvo una fuerte presencia pública pero evitaba pronunciarse políticamente o sobre temas de la comunidad LGBTQ+. Canciones como Blank Space, Wildest Dreams, New Romantics, Bad Blood, Style y el icónico Shake It Off fueron éxitos rotundos. Pero a inicios de 2016, su carrera enfrentó un duro golpe.
Kanye West y Taylor mantenían, en apariencia, una relación cordial. West, entonces casado con Kim Kardashian, lanzó la canción Famous, donde afirmaba: “Yo y Taylor deberíamos tener sexo, hice famosa a esa perra”. Swift reaccionó con un discurso durante los Grammy ese mismo año.
Todo parecía calmarse hasta agosto, cuando Kim Kardashian publicó un video que mostraba a Kanye conversando con Taylor sobre la letra, dando a entender que ella aprobó la canción. La opinión pública se volcó contra Swift. Kardashian incluso la ridiculizó enviándole emojis de serpiente, lo que se volvió viral. La presión fue tal que Swift se retiró de la vida pública durante un año.
Hasta que resurgió.
El 18 de agosto de 2017, Taylor borró todas sus publicaciones de redes sociales. Días después, comenzó a publicar clips de una serpiente, símbolo que adoptaría para su nuevo álbum: Reputation, una obra marcada por el rechazo a la crítica, la prensa y una nueva exploración del amor en medio de la adversidad. Look What You Made Me Do, Delicate, End Game y ...Ready for It? fueron algunos de los temas más destacados. Su regreso fue un mensaje claro: mientras otros lanzaban piedras, ella creaba música como catarsis.
Y llegamos al punto crucial: ¿Era necesario conocer todo esto para entender lo que ocurrió hoy? La respuesta es sí.
En 2018, Taylor abandonó Big Machine Records y firmó con Republic Records, con un contrato que le garantizaba el control total de sus futuros masters. Sin embargo, en 2019, Scott Borchetta, dueño de Big Machine, vendió los masters originales de Taylor a Scooter Braun, un empresario cercano a Kanye West que públicamente se había burlado de ella.
El 30 de junio de 2019, Taylor anunció que había perdido el derecho sobre su música original. La noticia llegó días antes del lanzamiento de su séptimo álbum, Lover. En entrevistas posteriores, reveló que comenzaría a regrabar sus primeros seis discos, etiquetándolos como Taylor’s Version. Así fue como, en abril de 2021, lanzó Fearless (Taylor’s Version) y en noviembre del mismo año, Red (Taylor’s Version).
En 2023, en plena gira de The Eras Tour, anunció Speak Now (Taylor’s Version) y, más adelante, 1989 (Taylor’s Version). Estas nuevas ediciones incluyeron canciones inéditas y, más importante aún, redujeron el valor de los masters originales. Para 2024, se confirmó que Scooter Braun vendió dichos masters tras su devaluación.
Finalmente, Taylor tuvo la oportunidad de comprar el trabajo que inició hace dos décadas, cerrando así un capítulo clave en una de las luchas legales más significativas de la industria musical.
Durante esta batalla por recuperar sus grabaciones originales, lanzó cinco nuevos álbumes. Pero esa ya es otra historia que merece contarse con detalle.
Por ahora, la música ya le pertenece. Solo restan dos regrabaciones: Debut (Taylor’s Version) y Reputation (Taylor’s Version). Aunque se había especulado mucho, hoy Taylor confirmó que aún no ha grabado ni la mitad de Reputation, debido a la carga emocional que implica.
Y, por el momento...
Los masters son libres.