Ciudad de México.- El Programa de Vivienda para el Bienestar del Gobierno Federal excluye a millones de habitantes del campo, denunció Álvaro López Ríos, dirigente de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA), quien calificó de injusta la política de vivienda por no considerar a las más de 8 millones de viviendas rurales donde habitan más de 26.6 millones de personas.
Durante un encuentro con la titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), Edna Elena Vega Rangel, López Ríos expresó su preocupación por la exclusión de las zonas rurales del plan que contempla la construcción de 1.1 millones de viviendas, ya que “no les tocará nada a los campesinos”.
Según datos del Censo de Población y Vivienda 2022 del INEGI, el 48.8% de la población en localidades rurales vive en pobreza, mientras que entre la población indígena esta cifra asciende al 65.2%. Pese a ello, el presupuesto destinado a vivienda rural es mínimo y las acciones del programa, dijo, están enfocadas en áreas urbanas o con fines electorales.
El líder agrario aseguró que las viviendas serán asignadas “bajo intereses políticos y en función de lo que determinen los siervos de la nación”, lo cual, advirtió, responde más a una estrategia de clientelismo que a una política pública de bienestar.
López Ríos subrayó que el déficit habitacional en el medio rural es crítico: 55% de las viviendas presentan hacinamiento, 43% carecen de drenaje, 71% no disponen de agua y 19% no cuentan con sanitario. En entidades como Chiapas, Guerrero y Oaxaca, más del 70% de las casas en zonas rurales requieren mejoras urgentes.
El dirigente de la UNTA concluyó que el programa actual no está diseñado para resolver las necesidades de las comunidades rurales y pidió que se enciendan “focos rojos” para que el Estado rectifique su estrategia y garantice vivienda digna a las familias campesinas.