Zapopan, Jalisco, – La figura del Papa Francisco ha marcado un antes y un después en la historia reciente de la Iglesia Católica. Primer pontífice latinoamericano y jesuita, Jorge Mario Bergoglio impulsó un modelo de liderazgo espiritual cercano, comprometido con los desafíos sociales, y profundamente humano. Su pontificado —que inició en 2013 y concluyó recientemente con su fallecimiento— dejó una huella transformadora en creyentes y no creyentes alrededor del mundo.
En este contexto, la Universidad Panamericana destaca el legado del Papa Francisco como una fuente viva de reflexión y acción institucional, especialmente en el ámbito educativo y formativo de las nuevas generaciones.
Educación y juventud: esperanza transformadora
Para Francisco, “la educación es un acto de esperanza”. Desde sus primeros años como Arzobispo de Buenos Aires, promovió una visión de la juventud como protagonista del cambio social. En este espíritu fundó Scholas Occurrentes, una red global que fomenta el diálogo, la escucha activa y la acción con sentido.
La Universidad Panamericana fue una de las primeras cinco instituciones en integrarse a Scholas Cátedras, comprometiéndose con esta visión educativa que va más allá de la formación profesional, buscando moldear personas comprometidas con el bien común.
Una Iglesia que escucha y se transforma
Uno de los pilares del pontificado de Francisco fue la reforma institucional de la Iglesia, con especial énfasis en la sinodalidad: un modelo de gobierno basado en la escucha, la participación y la corresponsabilidad. Esta nueva forma de ejercer el liderazgo eclesial, más horizontal y deliberativa, ha influido también en el ámbito universitario, donde se impulsa un liderazgo participativo y consciente.
El Dr. Héctor Zagal, académico de la Universidad Panamericana, explicó que “el Papa Francisco rompió con el triunfalismo teológico heredado del barroco y propuso una Iglesia que se encuentra con la realidad humana, que camina junto al pueblo y no por encima de él”.
Humanismo cristiano en acción
El pontificado de Francisco estuvo atravesado por una visión de humanismo cristiano activo, centrado en la dignidad humana y en una respuesta concreta a los grandes desafíos del mundo. En palabras del Dr. Luis Pesquera Olalde, del Instituto de Humanidades y Teología de la Panamericana: “El Papa fue la voz de los migrantes. Su compromiso fue siempre personal, directo, humano”.
Su mensaje no se quedó en el plano espiritual, sino que se tradujo en acciones frente a la pobreza, la exclusión y la migración. Redefinió el papel de la Iglesia como una institución al servicio de los últimos, invitando a cada persona a mirar a su alrededor y actuar con compasión.
Inspiración para una educación con rostro humano
El legado del Papa Francisco interpela a la Universidad Panamericana a formar líderes éticos, con vocación de servicio y apertura al otro. Su ejemplo invita a una educación que no se limita al aula, sino que se vive en el compromiso diario por la justicia, la paz y la dignidad humana.
La Universidad Panamericana reafirma así su misión de ser una comunidad educativa al servicio del bien común, guiada por los valores del Evangelio y el ejemplo de quien fuera uno de los papas más influyentes de nuestro tiempo.